ESE ZUMBIDO

Ésta multitud de caras que me enseña el vendedor, mientras las libélulas pasan alrededor, esta dispuesto a efectivizar una transacción de los más simple, mientras las ramas se mecen arriba al ritmo del viento, necesito una cara para este lunes y otra para el fin de semana, mientras el invierno llega sin demora llenándolo todo de su tristeza.

Cargo las caras sobre la espalda y me escabullo en la estación Carabobo, mientras las libélulas zumban sobre la superficie, una sensación rara recorre mi invertebrado cuerpo, mientras un escarabajo me mira de reojo, ¿Cuál es la razón? ¿De qué viene esta cara?, una mariposa se posa al lado mío con todo su esplendor en las alas.

Hermosas, con una forma dulce e hipnótica de ojos bien abiertos, curvas de colores púrpuras y amarillos, el trance se nota e incomoda todo a su paso, molesta y hiere el aire, bate sus alas para alejarse a otro asiento. Mientras el escarabajo me sigue observando en su esquina, lo miro, pero eso no parece causarle ningún reflejo.

¡Ondas de Radio! ¡Aparato prendido! ¡Ese ZUMBIDO!

...

Café, con leche... y un beso de whisky de 12 años.

Finalmente llego a mi agujero, abro el placard, saco las caras de mi espalda,

CARA LUNES: "Hola, Buen Día, sí, ¿Qué necesita?"

CARA FIN DE SEMANA: "Eeeeehhh Eweweweweweweeee ¿Qué haces Chabón/ona?"

Lo pienso y desaparezco en un infinito espacio de variables, a veces pierdo la noción del espacio y me detengo a pensar, ¡Sorpresa! Estoy en el techo.

¿Eso no los asustó verdad?... soy una cucaracha. Imagínenlo... ¡salten de asco humanos!

...

¡Mejor no! Sería una insensatez de mi parte arriesgar mi vida así, no importa, mi raza sobrevivirá aún al final del Apocalipsis, más exactamente cuando la Nueva Jerusalén descienda finalmente del cielo, de Dios, en palabras de Juan: "dispuesta como una esposa ataviada para su marido" (Apocalipsis 21:1-2, La Biblia RV1960).

¿Dudar? Para qué...

Bús.. quen.. mm...

Andrés Benitez