14 de agosto de 2012

La claridad del Hecho






         Ni aun con la vida habitando en el interior, cerró los ojos para nublar la realidad. Olvidó el antiguo sol de las noches y la luna de los días, donde había flores por doquier y el lago profundo se mostraba majestuoso. ¿Por qué recordarlos? Es que así oscurecía las cosas y no dejaba ningún espacio para la acción. No dejaba que nada pase esa barrera, tan alta como las paredes de su habitación. Todo estaba diseñado para evitar que la niebla gane terreno. Pequeñas batallas en el mundo atómico de esta dimensión poblaban el aire.

         La claridad del hecho de no estar en un sueño es una fuerza imparable, el sentido de la vida queda reducido a una simple línea recta, estática, condenada a lucir indiferente fuera del círculo, en el caos. 

Mientras, olvidaba que la que habita en su interior  es la vida.



Andrés Benitez