Ahora que puedo escribir y que mi mano no teme deslizarce sobre el papel, me corresponde ahondar mis sentimientos. Caminé mucho, viajé y experimenté el camino -uno corto todavía- con un objetivo claro. Aunque mi destino haya cambiado a pesar de haber cumplido el objetivo, no puedo darme el lujo de no escribir. Puedo abandonar todo pero no esto.
Mi corazón sigue palpitando con miedos, es normal, solo que ahora avanzo porque he logrado el impulso. Ya no es inercia, quiero ganar, quiero sonreír.
Bahía Manzano Andrés Benitez |
1 comentario:
Soltá la mano guachooooooooooooooooo
Publicar un comentario